No sabemos a quién se le ocurrió poner el día europeo de la música en este día tan especial, pero si algo está claro, es que sabía lo que hacía.
La música es luz, vibración, sentimiento, alegría… o también nostalgia y tristeza. En este día de tránsito de una etapa a otra, de una estación a otra, qué mejor manera que celebrarlo con esas canciones que nos hacen vibrar.
El arte de la composición musical, su interpretación vocal e instrumental requieren no sólo de talento, sino también perseverancia y positividad e inspiración, pero ya no importa lo “bueno” o “malo” que sea uno o una haciéndolo, eso siempre depende de la perspectiva y condicionamiento del que lo recibe, escucha, aprehende, siente… sino de cómo disfruta aquél o aquella que lo ejecuta, es el camino, no el fin.
Y disfrutar es lo que hay que ensalzar. El celebrar el día Europeo de la Música el día que empieza la estación del año en la que todos nos abrimos a conocer, relajarnos, fluir, sacar la maravillosa locura que llevamos dentro, saltando al mar desde una roca o brincando al ritmo de un riff de guitarra en un festival.
Desde SonQo queremos felicitarnos a todos, a los que componen, a los que crean, a los que invierten y apuestan por el talento y, por supuesto, a los que disfrutamos enormemente del proceso. La industria musical se merece reconocimiento global, algo que desde SonQo sabemos cómo interpretar y bailar, desde su protección, desde su construcción, desde su viabilidad, desde su sostenibilidad.
Let’s dance y... ¡que viva el rock & roll!
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