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  • Foto del escritorPatricia Muñiz de la Oliva

El espacio expositivo

Recientemente pregunté a personas no dedicadas a la creación qué es para ellos un espacio expositivo. Enseguida, al primer impulso, respondieron a una definición de lo que el usuario medio identifica como una sala de exposiciones de una galería o un museo.


La misma pregunta se la hice a amigos y amigas artistas visuales, la respuesta inmediata fue bastante parecida a la del usuario medio, pero en este último caso les respondí ¿seguro?, invitándoles a reflexionar más allá de esa primera impresión grabada a fuego en el subconsciente colectivo. La mayoría de ellos elaboraron su discurso ampliando esa concepción, es más, se dieron cuenta de que no recordaban que ellos mismos, en varias ocasiones, a la hora de crear han interactuado, incluso jugado, con ese potencial medio donde su obra iba a ser ejecutada o exhibida, lo que nos lleva a pensar en el espacio expositivo como un factor fundamental a la hora de exhibir arte, y con esto último no me estoy refiriendo ya solo a las artes plásticas y visuales, sino también al arte audiovisual y musical.


Los espacios expositivos para mí son la potencialidad del todo, donde todo puede pasar, o nada; son lienzos en blanco, donde puede ser la obra la que modele al espacio, o donde puede ser el espacio el que modele a la obra, dotándola de características camaleónicas, que mutarán según donde se encuentre aquélla.


En estos lugares, artistas y observadores confluyen, se reconocen y se admiran. Son espacios inspiradores, de desarrollo y ejecución de ideas, de reflexión y descubrimiento.


Son espacios de encuentro, vivencias y creatividad, donde el observador bebe y respira de la atmósfera creada en ese momento y en ese lugar, que será único e irrepetible, porque ni siquiera el observador es el mismo en otro momento del tiempo distinto.


Son espacios que ayudan a los artistas y observadores a trasgredir las formas, a enfrentarse a algo nuevo o desconocido, que abren mentes y provocan sensaciones, es allí donde el artista puede abrirse al diálogo con el observador, o no…


La evolución del espacio expositivo nos ha llevado a no tener que limitarnos al espacio físico presente, sino que, por ejemplo, la tecnología de realidad aumentada en los últimos años, y más pronto que tarde también lo harán los metaversos, nos ha permitido teletransportarnos dentro de las obras, sentirlas, vivirlas y admirarlas desde su interior, desde su concepción, ampliando la posibilidad de creación y ese diálogo atemporal entre artista y observador.


Los espacios expositivos son un agente fundamental para las artes y deben ser tenidos siempre en cuenta como catalizadores, como medios de desarrollo, impulso y ejecución de las artes. El concepto tradicional de espacio expositivo no deja de ampliarse, crecer y de multiplicarse.


Galerías, museos, salas de conciertos, cines y teatros, escuelas, ágoras públicas y privadas... vuestro también es el arte y los artistas cuentan, contamos, con vosotros.


Desde SonQo acompañamos a todo tipo de artistas, ya sean visuales, musicales, audiovisuales, creadores y creativos de todas las disciplinas, así como a todos los agentes que acompañan a aquellos en la culminación de sus procesos creativos. La gestión de proyectos culturales, del arte y la cultura en sus expresiones más amplias, nos mueve, e ilusiona y nos apasiona.


Pronto, asimismo, SonQo presentará Space for Artist, lugar versátil sin límites, donde los artistas tendrán un espacio propio para la expresión, la relación con el medio y la monetización de su trabajo.


Fotografía de Kimi Lee

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